El autor |
Hace tiempo quedé en contaros mi viaje y el de mi hermana desde las antipodas, si, ese sitio donde dicen que se anda boca abajo. Tonterías, yo no noté nada raro al llegar aquí .
Aunque sigo preguntándome a que se debía la pegatina con las flechas en las jaulas.....
Pues empiezo.
Un buen día empecé a notar que a la JEFA le pasaba algo. Y a la casa también. Entraba y salía gente, hacían fotos, se empezaron a llevar los muebles........
menos mal, no soy ni pez, ni pájaro, ni tortuga |
Una noche que estabamos mi hermana y yo tan a gustito, la cena había sido de lujo, pollo con pollo, sin arroz, apareció el sacaperras. Pero esta vez la JEFA se puso a llorar, a abrazarnos y casi sin darnos cuenta, nos vimos dentro de un furgón, camino de no sabíamos donde. Estaba claro, nos echaban de casa.
Al llegar a no sabíamos donde, había montón de gente cargada como mulas haciendo colas. A nosotros nos montaron en un aparato que andaba solo y nos dieron un paseo acojonante por unos túneles. Cuando aquello se paró, a quien creéis que nos encontramos? Efectivamente, al sacaperras, rodeado de unos tipos disfrazados de pitufos verdes que se me quedaron mirando, pero mirando mirando. Que "en persona",mi jeta les recordaba a un pitbull terrier, con toques de Rottweiler y aromas de Fila brasileño. Y por lo que se ve, con esa jeta no dejan viajar. Fue entonces cuando nos enteramos de que no solo nos había echado de casa, sino que también nos querían echar del país!!!!!!!!!. Y para ello, me tenían que hacer la prueba de ADN. ¿? Sablazo number Three.
cara de que? |
Seré breve. ¿El resultado? Lo que yo ya sabía por mi mami, que mi padre fue un tiarrón con pinta feroche pero nada más y que yo me parezco a él, a mucha honra. Ni rastro de parientes agresivos, digo de parientes con dueños agresivos.
Y la traca final fue encerrarnos en un....es que no se como explicarlo......en un garito oscuro y frio que no paró de moverse y de dar bandazos, yo le calculo un par de días, incluidos los subes y bajas y más paseillos por más túneles de marras.
Lo que menos nos esperabamos fue que al final de esta pesadilla, cuando nos sacaron de las jaulas y pudimos volver a estar juntos, apareció el hijo de la JEFA, que nos comió a besos, como si hubiésemos hecho una hazaña. Completamente de acuerdo, la de estar días sin mear etc, sin comer y a oscuras dentro de una cocktelera, Por cierto, a eso lo llaman viajar.
Y un último comentario: hoy es el día que sigo sin entender el rollo de las antípodas esas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario